
Alyssa Bentz is a Corporate Historian for Wells Fargo.
Durante la década de 1850, había familias de habla hispana en todas las ciudades y pueblos de California. Algunas habían vivido en California durante generaciones como ciudadanos del Imperio español — y más tarde de la República de México— antes de que California se convirtiera en parte de Estados Unidos en 1850. Otras personas de habla hispana llegaron de México, Chile, Perú, Argentina y otros países latinoamericanos cuando el descubrimiento del oro en 1848 se convirtió en noticia internacional.
Cuando Wells Fargo inició sus operaciones en California en 1852, ofreció servicios en español y contrató a miembros del equipo de habla hispana para satisfacer las necesidades de sus clientes. A medida que la red de sucursales de envíos rápidos de Wells Fargo creció, la compañía comenzó a ofrecer servicios adicionales en español a clientes en otras partes de EE. UU. y en todo el mundo.
Conectamos comunidades de habla hispana
Los clientes de habla hispana en Estados Unidos dependían de la red mundial de sucursales bancarias y de envíos rápidos de Wells Fargo cuando enviaban cartas a familiares o socios comerciales lejanos. En 1860, Wells Fargo abrió su primera sucursal en México, en el pueblo portuario de Guaymas. En 1883, con la expansión del sistema ferroviario mexicano, Wells Fargo y Cía. suministró el servicio de entrega rápida de mercancía y correo en todo el país. A comienzos del siglo XIX, Wells Fargo operaba más de 300 sucursales y era la única compañía de envíos rápidos estadounidense con servicio directo a México.
Wells Fargo también abrió sucursales en otros países latinoamericanos, incluidos El Salvador, Cuba y Panamá. En cada sucursal latinoamericana, Wells Fargo contrató a muchos miembros del equipo de habla hispana para trabajar como agentes, cajeros y mensajeros.
Hoy, Wells Fargo sigue ofreciendo servicios especializados para clientes de habla hispana. La compañía continúa su larga tradición y compromiso de ayudar a los consumidores y las comunidades hispanas a alcanzar el éxito financiero mediante el respaldo de los préstamos para viviendas, del acceso al capital y de las iniciativas que conducen a la sostenibilidad y al crecimiento de pequeñas empresas, proveedores de segmentos diversos y desarrollo comunitario.
Gerentes que hablan español

Miembro de una de las familias mexicoamericanas más antiguas de San Diego, José Guadalupe Estudillo era hispanohablante. Alrededor de 1870, comenzó a ofrecer el servicio en español a los clientes como agente de Wells Fargo en la ciudad. También se desempeñó como tesorero del condado de 1864 a 1875 y como tesorero del estado de California de 1875 a 1880.
Crédito fotográfico: Archivos Corporativos de Wells Fargo.

El Dr. Henry R. Myles nació en Kentucky, pero durante la década de 1850 se mudó a Los Angeles, donde administró la sucursal local de Wells Fargo. Al darse cuenta de que muchos de sus clientes hablaban español, Myles aprendió el idioma local. Incluso creó el primer anuncio en español conocido de Wells Fargo en 1855.
Crédito fotográfico: Archivos Corporativos de Wells Fargo.

En 1882, el Superintendente General de Wells Fargo, John Valentine, distribuyó este aviso a todas las sucursales de la compañía a fin de solicitar información sobre los miembros del equipo de habla hispana. Esta carta refleja el interés de Wells Fargo en reclutar a miembros del equipo multilingües a fin de brindar un mejor servicio a los clientes.
Crédito fotográfico: Sociedad Histórica de Arizona.
Brindamos servicios a clientes de habla hispana

El Gral. Mariano Vallejo alcanzó su rango militar mientras lideraba las fuerzas de México en el norte de California. Cuando California se convirtió en parte de EE. UU., formó parte del comité para crear la constitución del estado. Como hacendado y empresario, utilizó los servicios de Wells Fargo para transferir dinero. En esta carta que envió durante un viaje, le pide a su hijo que le envíe el dinero por Wells Fargo.
Crédito fotográfico: Archivos Corporativos de Wells Fargo.

En 1853, Josefa Cienfuegos llegó a Sacramento, California, proveniente de Guerrero, México. Pronto se convirtió en una líder comunitaria: recaudó dinero para el departamento de bomberos voluntarios, envió suministros a los soldados de la Unión durante la Guerra Civil y apoyó a las fuerzas mexicanas durante una invasión francesa. Cuando Cienfuegos necesitaba transferir dinero, recurría a Wells Fargo.
Crédito fotográfico: Archivos Corporativos de Wells Fargo.

Crisanto Castro se mudó a San José, California, de adolescente en 1841. Más tarde heredó una próspera hacienda y se convirtió en uno de los principales ciudadanos del área. Donó parte de su terreno para construir escuelas públicas. Cuando necesitaba transferir dinero, recurría a Wells Fargo. Este recibo muestra un envío de $50 en oro destinado a un pariente en Los Angeles.
Crédito fotográfico: Archivos Corporativos de Wells Fargo.

Esta tarjeta postal le notificó a José Felipe Chaves que Wells Fargo tenía un paquete para él en su sucursal de Belén, Nuevo México. Chaves operaba una exitosa empresa mercantil en Belén, lo que le valió el apodo de “El Millonario”. Los comerciantes como Chaves dependían de Wells Fargo para recibir de forma segura dinero y paquetes de socios empresariales lejanos. Crédito fotográfico: Archivos Corporativos de Wells Fargo.
Presencia internacional de Wells Fargo

Wells Fargo apoyaba a empresas de ambos lados de la frontera al publicar una guía en español e inglés que anunciaba empresas estadounidenses y mexicanas. La guía también incluía descripciones en español de la actividad comercial de Wells Fargo.
Crédito fotográfico: Archivos Corporativos de Wells Fargo.

En 1891, F. Jas Pérez dependía de la red internacional de sucursales de Wells Fargo para enviar dinero de Chihuahua, México, a la Sra. Simón Pérez en Santa Cruz, California. El dinero llegaba en este sobre cerrado.
Crédito fotográfico: Archivos Corporativos de Wells Fargo.

El agente de Wells Fargo, J. C. Ybarra, se enorgullecía de administrar la actividad comercial de la compañía en El Salvador y dijo que él y otros miembros del equipo se sentían “honrados de considerarse como empleados de una compañía que amplió, en la historia comercial de los Nuevos Mundos, la era del progreso y de la prosperidad”.
Crédito fotográfico: Archivos Corporativos de Wells Fargo.

Los carros de Wells Fargo estacionados frente a la sucursal de la compañía en la Ciudad de México alrededor de 1910.
Crédito fotográfico: Archivos Corporativos de Wells Fargo.

Sucursal de Wells Fargo en Cuba durante la década de 1920. Cuando Wells Fargo terminó el negocio de envíos rápidos en EE. UU. en 1918, el negocio continuó en las sucursales internacionales en América Latina y el Caribe.
Crédito fotográfico: Archivos Corporativos de Wells Fargo.

Sucursal de Wells Fargo en Panamá en la década de 1910. La primera sucursal de la compañía en Panamá se abrió en 1852. Cuando Henry Wells visitó la sucursal de Panamá mientras viajaba a California en 1853, comentó, “Considero a nuestros Agentes [Hurtado y Hermanos] los mejores hombres de toda la ruta …”
Crédito fotográfico: Archivos Corporativos de Wells Fargo.